Las enseñanzas de las plantas

Cultivando plantas se puede aprender muchísimo sobre la vida. No solo sobre lo que concierne a la jardinería y el medio ambiente, también sobre nuestras virtudes como seres humanos.

Tratar con plantas desde muy corta edad, también nos ayuda a desarrollar ciertas sensibilidades muy necesarias para entender el mundo en que vivimos. Así que es importante aprender todo lo que podamos de ellas. Mientras embellecemos este gran jardín al que llamamos hogar.

 Entre las primeras lecciones que nos dan las plantas, está el saber cómo trabajar con la naturaleza y sus elementos. Desde los efectos del agua, el sol y la humedad del ambiente, hasta las ventajas y desventajas del calor y el frío. Una vez entendemos como funcionan estos elementos, es muy fácil manejarlos a nuestro favor.

Entre las primeras lecciones que nos dan las plantas, está el saber cómo trabajar con la naturaleza y sus elementos. Desde los efectos del agua, el sol y la humedad del ambiente, hasta las ventajas y desventajas del calor y el frío. Una vez entendemos como funcionan estos elementos, es muy fácil manejarlos a nuestro favor.
Luego podemos aplicar estos conceptos básicos a nuestra propia vida. Por ejemplo, al ver una planta reseca por falta de agua, nos ayuda a entender nuestras propias necesidades respecto a este elemento y la importancia de mantenerse bien hidratado. Podemos ver los efectos de los elementos en una planta y así anticipar los que tendrían en nosotros mismos.

 ¿Cuantas veces se nos olvida regar las plantas, fertilizarlas o ponerlas en algún lugar donde reciban buena luz del sol?. Sin embargo nuestras plantas sobreviven y siguen en pie de lucha hasta que lleguemos a atenderlas. Las plantas ante toda adversidad, perseveran. Una gran lección para aquellos que viven quejándose.

Son muchísimos los conocimientos y sensibilidades que podemos adquirir de las plantas. Y aunque una educación temprana es ideal, a cualquier edad podemos sacarle provecho a estas sabias enseñanzas.
Si quieres un mayor entendimiento del mundo, saca un rato y dedícaselo a las plantas ese hermoso regalo que Dios nos ha dado. No solo gozarás al conseguir sus frutos, pero también aprenderás la importancia de disfrutar en el camino.